Debido al ritmo de vida que
llevamos, nuestro cuerpo sufre desequilibrios tanto a nivel físico, como
mental y emocional.
Esos desequilibrios dan lugar a
la aparición de dolores físicos (de cabeza, de espalda, de rodillas, de
estómago…). Aparecen también problemas de estrés, bajones de ánimo e incluso
depresión.
Con Reiki vamos encontrando el equilibrio que necesita nuestro cuerpo para sentirse sano en todos esos niveles.
Reiki es una palabra sánscrita que significa REI: energía universal y KI: energía vital.
Es una técnica japonesa de canalización y transmisión de energía vital, que se utiliza para obtener paz y equilibrio en todos los niveles:
Es una técnica japonesa de canalización y transmisión de energía vital, que se utiliza para obtener paz y equilibrio en todos los niveles:
- Físico: mejoría en dolencias, lesiones, metabolismo, etc.
- Emocional: problemas sentimentales, agresividad, infelicidad, etc.
- Mental: hábitos dañinos, estrés, insomnio, etc.
- Espiritual: armonía, paz, equilibrio, etc.

El método Reiki se basa en la creencia hinduista de que el correcto fluir de la Energía Vital a través de los distintos chakras es lo que asegura un buen estado de salud en el organismo. Según esta creencia, el mal funcionamiento o bloqueo de la energía en uno o varios chakras, sería lo que provoca o agrava el mal estado de salud, dando lugar a enfermedades y trastornos. De esta manera, consiste en dirigir la energía Reiki a los chakras de un receptor, desbloqueándolos y potenciando el proceso de recuperación del mismo.
Es una energía inofensiva, sin efectos secundarios, es práctica, segura, eficiente y compatible con cualquier otro tipo de terapia.
Reiki no puede reemplazar al tratamiento médico, aunque sí se puede
utilizar de forma complementaria y en muchas ocasiones ha permitido una
reducción significativa en el consumo de medicamentos.
A corto plazo, Reiki
"recarga las pilas" de la persona que lo recibe y como tratamiento
inicial de emergencia es sumamente eficaz. Esto es debido a que un bajón de
ánimo o incluso una depresión suelen tener como resultado una bajada de los
niveles energéticos de la persona.
A
largo plazo, Reiki empieza a trabajar con la causa de nuestro problema y no
sólo sobre los síntomas. Aún cuando el origen parece estar fuera de nuestro
control, Reiki nos ayuda a cambiar nuestra actitud hacia esa causa.
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