Cuento de Navidad


En una casa más o menos humilde de un país cualquiera vivía una familia compuesta por el matrimonio y sus dos hijos. Juan el hijo mayor de 24 años, casi abogado y Priscila, la pequeña de apenas 4 añitos.
 
Al acercarse la navidad el padre había comprado un rollo de cinco metros de papel metalizado para poder envolver los regalos antes de ponerlos en el modesto arbolito, armado desde principios de diciembre en la entrada de la casa. El 23 en la noche, el hombre se decidió a empaquetar los regalos, más simbólicos que valiosos, para nochebuena. Qué desagradable sorpresa fue encontrar en el estante del ropero el tubo de cartón, donde venía enrollado el papel metalizado, desnudo de los cinco metros del costosísimo papel de envoltura.

Quererse a uno mismo


¿Te has planteado alguna vez que necesitas algo de paz y tranquilidad en tu vida?

¿Sientes dolores, e incluso algunos ya se han vuelto crónicos?

Pues quizá, lo que leas en estas páginas, te pueda servir para encontrar esa armonía que tanto anhelas. Así fue cómo yo conocí el Reiki.