¿Te has planteado alguna vez que necesitas algo de paz y tranquilidad en tu vida?
¿Sientes dolores, e incluso algunos ya se han vuelto
crónicos?
Pues quizá, lo que leas en estas páginas, te pueda servir
para encontrar esa armonía que tanto anhelas. Así fue cómo yo conocí el Reiki.
En esa situación me encontraba hace unos cuantos años. Tanto mi salud física, como
mi salud emocional estaban bastante resentidas, hasta el punto de acabar diez
días hospitalizada, y advertida de que si no bajaba mi ritmo de estrés y
ansiedad mi siguiente visita sería por un motivo mucho más complicado y de difícil curación.
Algo tenía que hacer, ya no podía dejar sólo en manos de terceros
la responsabilidad de sanarme. Era yo quien debía empezar a tomar cartas en el
asunto, y tal y como expresamos muchos de los que hemos pasado por esta gran experiencia,
Reiki llegó a mi vida. Reiki llegó cuando yo decidí que debía sanarme, tanto
interior como exteriormente; que no podía dedicarme sólo a una parte de mi ser
descuidando la otra. Descubrí lo importante y necesario que es quererse a uno
mismo y que si quieres ayudar a los demás, primero debes empezar ayudándote a tí. Y así sucedió. Así emprendí mi camino. Llegando a experimentar que Reiki
logra la Armonía del Ser y eso, se extiende al entorno.
Cada persona a la que le he dado una sesión de Reiki es una
historia diferente. Unos no habían oído hablar nunca de esta terapia, otros
sólo pensaban que quitaba el estrés y se encontraron con que les desaparecieron
dolores físicos crónicos, otros sólo necesitaban ese ratito de paz y
tranquilidad que les proporcionaba la sesión y que seguían sintiendo los días
posteriores, etc… En lo que todos coincidían, es en que su vida seguía siendo igual, pero la forma en la que ellos reaccionaban ante esas mismas
situaciones era muy diferente, más equilibrada, más serena. Y eso, les daba una
sensación de bienestar que les afectaba en todo a ellos mismos y a su entorno.
Si piensas que ha llegado el momento de ocuparte de ti y
regalarte un cambio, quizá quieras plantearte probar la experiencia que te ofrece Reiki.
“Jamás te persigas creyendo que ya deberías sentirte mejor. Tus tiempos son tuyos. Recuerda que el peor enemigo en el duelo es no quererse.”
Jorge Bucay
Para más información o solicitar alguna sesión, puedes ponerte en contacto conmigo en:
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